Opinión editorial

Hoy, iniciamos una nueva época en ADEF; queremos ofrecer a nuestro amigos y usuarios, una nueva imagen, con los contenidos que pensamos, satisfacen los actuales requerimientos de capacitación y desarrollo, en temas tan importantes como la inteligencia emocional y las conductas apegadas a valores fundamentales.

Desde este sitio, queremos aportar información actual y experiencia, ante las demandas del entorno que actualmente todos enfrentamos, para ser mejores personas; para crecer en inteligencia emocional, ante los asombrosos y complejos retos del ambiente socioeconómico.

El ámbito de las organizaciones, del trabajo, de la educación, de la vida familiar, demandan en todos nosotros, más que en épocas anteriores, un crecimiento personal importante, superlativo, para poder enfrentar y superar los complejos problemas y los riesgos que el ambiente nos presenta; pero también, para superar desde nuestro ámbito familiar y social, la crisis moral que venimos padeciendo desde hace muchos años, aunada ahora, a la crisis de salud y a la crisis económica que ha generado, en las que estamos inmersos todos los ciudadanos.

Desde hace años, vengo subrayando la necesidad de superar la que he llamado desde entonces, una crisis moral; y así la califico, porque nuestros niños y jóvenes, han perdido -en una proporción importante y alarmante- el piso moral; es decir, dudan de que algo sea bueno o malo, lo cual es muy preocupante, insisto, y se ha acrecentado, por la importante influencia de medios y tecnologías de la información y la comunicación, cuyos contenidos en sus cotidianos mensajes, están altamente cargados de información negativa, inmoral, que despierta malos sentimientos y genera, desafortunadamente, una lacerante violencia, que tanto nos hace daño desde hace varios años en todo el país.

Entonces, crecer, mejorar, en el desarrollo de la inteligencia emocional con el enfoque en valores, el enfoque ético que le hemos dado desde hace más de veinte años, es hoy una prioridad que deberíamos asumir de manera importante, en la educación, en el trabajo, en la familia y la vida en pareja.

Valores como el respeto y la tolerancia, la responsabilidad, la honestidad, la verdad y la justicia, van altamente vinculados a personas emocionalmente inteligentes; y viceversa, las personas con un alto coeficiente de inteligencia emocional, tienen mayor probabilidad para comportarse como personas responsables, tolerantes y respetuosas de sus semejantes.

En este contexto, entonces, hoy modernizamos nuestro sitio, para buscar creativamente la forma de estar más cerca de ustedes, de los maestros, de los empleados y sus jefes, de las familias y las parejas contemporáneas. Todos necesitamos crecer en inteligencia emocional, para superar estas notables adversidades y por ello, ponemos a su alcance información y conocimientos que creemos son de vigencia y actualidad, para como decía, tener mejores oportunidades de enfrentar los retos mencionados.

Como lo he subrayado en mis cápsulas ADEF desde el 2009; presento aquí mi opinión, mi experiencia, sobre los temas que abordo; información documentada y referenciada. Pero no pretende ser la verdad última; se vale diferir, pues el hecho de analizar y argumentar puntos de vista diferentes, siempre bien sustentados, mejora la visión de todos nosotros sobre los temas que estemos tratando, dado que, siempre, las mejores conclusiones son las que el lector haga propias mediante su reflexión y razonamiento.

Gracias por su preferencia

Jorge Arnulfo Oriza Vargas